Pequeños apuntes de verano: internet de las cosas y big data

En medio de un lugar maravilloso, las calas de Macarella y Macarelleta de Menorca, totalmente enganchada a una naturaleza impresionante, he tenido la oportunidad de reflexionar sobre la siguiente etapa de la economía digital: Internet de las cosas y el Big Data.

 

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He leído en la revista Capital que, según el informe del Instituto VINT, laboratorio de tendencias de Sogeti, la llegada del Internet de las cosas supondrá la 4a Revolución Industrial, al integrar las tecnologías de la información (TI) con la tecnología operacional (TO).

Según este instituto, existe una revolución silenciosa que está ocurriendo a nuestro alrededor y que se desarrolla debido a la unión de Internet y sensores con sistemas integrados que aportan un nuevo abanico de oportunidades para nuevas combinaciones de trabajo mental, físico y mecánico.

existe una revolución silenciosa que está ocurriendo a nuestro alrededor y que se desarrolla debido a la unión de Internet y sensores con sistemas integrados que aportan un nuevo abanico de oportunidades para nuevas combinaciones de trabajo… Clic para tuitear

El Informe explora algunos beneficios que plantean hoy este tipo de tecnologías, como la reducción de costes por mantenimiento predictivo y la velocidad e inteligencia para la comunicación entre máquinas y la interacción entre personas y máquinas.

Sogeti prevé que de aquí a 2016 se venderán más de 95.000 robots de nueva generación con una cifra de negocio de 10.000 millones de euros. Este segmento será uno de los que experimentará mayor crecimiento dentro del mercado de la automatización industrial, que en la actualidad mueve 200.000 millones de euros.

En el estudio de Sogeti, los autores hacen 3 recomendaciones para acelerar la integración entre OT y TI:

  1. Las compañías deben contemplar sus operaciones en relación con el sector de las telecomunicaciones.
  2. Deberán dar prioridad en la agenda de Transformación Digital la integración de la tecnología operacional (OT) con las tecnologías de la información (TI).La combinación de estos mundos totalmente diferentes es la clave.
  3. Desarrollar iniciativas para cerrar la brecha entre OT y de TI en los programas de formación.

El matrimonio entre OT e IT supone un nuevo paso en la revolución industrial, que ya es visible en muchos sentidos. A modo de ejemplo, en Londres los pasajeros del transporte público pagan menos si su medio de transporte va con retraso que si va puntual. Esta aplicación de Internet de las cosas combina información desde el sistema operativo de tráfico de los trenes con los datos del sistema de información de los pasajeros.

Los fabricantes de coches o las refinerías de petróleo pueden ahorrar billones cuando despliegan tecnología de sensores capaces de predecir el fallo de piezas de una máquina.

También la industria de la salud se transforma con dispositivos conectados e incorporados a los pacientes.

La previsión es que con el tiempo el mercado de la comunicación M2M (Machine to Machine) supere el tamaño del mercado de la tecnología móvil en su conjunto, que ahora representa el 1,5% del PIB mundial.

El informe está disponible en la siguiente dirección: http://www.es.sogeti.com/nuestra-vision/Publicaciones-Sogeti/

Por otro lado la lectura del ‘Baseline Study’, que forma parte de Google X, el proyecto de Google para diagnosticar enfermedades antes de que te afecten, me ha dejado impresionada: http://bit.ly/WZjNCA

Baseline Study tiene como objetivo extraer los datos del cuerpo humano y de la salud de miles de personas para tratarlos después y buscar coincidencias que ayuden a reconocer enfermedades de manera temprana y posibles curas.

De momento la tecnológica recopilará información genética y molecular de 175 personas, pero después pretende ampliar su estudio y dibujar, de esta forma, el cuadro más completo de lo que debería ser un cuerpo humano supuestamente sano.

Es tan solo un ejemplo de lo que llamamos Big Data, análisis de datos que permiten obtener conclusiones que podemos convertir en productos o servicios tecnológicos ya sea en el sector salud, transporte, energía… etc.

Es momento de descansar, de estar con amigos y familia, de disfrutar de esos pequeños placeres cotidianos: nadar, navegar, leer, mirar, reír, disfrutar… Pero aquí os dejo estos pequeños apuntes para el verano.

¡¡Felices vacaciones amigos!!

Red Social Corporativa: 6 errores a evitar

«El uso de Redes Sociales Corporativas es ya una realidad»

Así lo afirmaba hace unos meses Óscar Mozo, responsable de la red social corporativa Yammer en la división de Office de Microsoft Ibérica. Y aportaba datos concretos: “Más de 200.000 empresas en todo el mundo utilizan Yammer, entre las que se incluye el 85% de las compañías del Fortune 500»

Tener una Red Social Corporativa o estar en proceso de implantarla es cada vez más habitual en grandes y medianas empresas.

redessocialescorporativas

Claramente se están cumpliendo las previsiones compartidas en los últimos años por Gartner, Forrester, McKinsey… y todo el mundo coincide en que una red social -privada e interna utilizada como canal de comunicación y colaboración entre los empleados de una organización-, mejora la productividad y puede incluso llegar a sustituir al correo electrónico.

Pero, de lo que nadie se ha atrevido a hablar durante este tiempo es de un tema clave: LA ADOPCIÓN.

Ahora empiezan a oírse las primeras alarmas. Gartner es contundente y predice que el 80% de las implementaciones de Redes Sociales Corporativas fallarán en las empresas.

¿Qué está pasando?

No hay debate ni dudas sobre las ventajas y beneficios de una red social corporativa: potencian el intercambio de conocimiento, la innovación, la resolución de problemas, el compromiso, la relación y trabajo entre equipos dispersos…

No hay debate ni dudas sobre las ventajas y beneficios de una red social corporativa: potencian el intercambio de conocimiento, la innovación, la resolución de problemas, el compromiso, la relación y trabajo entre equipos dispersos… Clic para tuitear

No es un freno tecnológico: el mercado ofrece un amplio abanico de plataformas software y nuevas soluciones SaaS (Software as a Service) y Cloud Computing.

Las empresas tecnológicas han hecho sus deberes y para la empresa todo son facilidades: no hay que desarrollar la plataforma, las actualizaciones son automáticas, bajo coste con modelos de pago por licencia, privacidad, acceso restringido y personalizado, acceso móvil desde cualquier dispositivo, confidencialidad y alta seguridad…

Sin embargo, las empresas no consiguen la participación de sus empleados.

Muchas organizaciones han caído en el error de pensar que implantar una red social corporativa, consiste en tener licencias de software, recibir unas sesiones formativas y de asesoramiento por parte del distribuidor o partner tecnológico, comunicarlo y ponerlo a disposición de los empleados, y ya está. Todo ello con el desolador resultado y la sorpresa de la poca o nula participación y uso por parte de los empleados.

En Incipy siempre hemos sido grandes defensores de las bondades de estas plataformas, pero también muy contundentes sobre la importancia de acompañar el proceso de adopción e impulsarlo con una metodología que asegure el éxito del proyecto.

Tener la suerte de acompañar proyectos de implantación en empresas como Gas Natural Fenosa, Grupo Ferrovial, La Caixa, Seat, Affinity Petcare, Inesdi (Digital Business School)…, nos ha reafirmado en nuestra convicción:

Una Red Social Corporativa es una palanca clave de adaptación y transformación digital porque fomenta la colaboración, el conocimiento compartido y la inteligencia colectiva, pero no funciona si no se acompaña el proceso de adopción.

A continuación, comparto los errores que a nuestro entender hacen que fracasen muchas iniciativas.

6 errores a evitar al implantar una Red Social Corporativa:

1. Pensar que es un reto tecnológico y no un reto de adopción.

La tecnología “importa”, es el “elemento facilitador” y el mercado ofrece excelentes soluciones. Es clave validar que la plataforma elegida se adapta a los objetivos y necesidades del proyecto, pero el verdadero reto es gestionar la adopción y el cambio interno hacia nuevas formas de trabajo y colaboración.

2. Lanzar el proyecto de forma masiva, sin estrategia y método.

Uno de los grandes errores es lanzar el proyecto de golpe a toda la organización. Es clave elegir grupos pilotos, representativos y estratégicos, definir una estrategia y metodología, que permita identificar frenos y oportunidades, así como, validar el plan para aplicar el know how aprendido e ir extendiendo paulatinamente la iniciativa a toda la organización.

3. No comunicar “para qué” y no acompañar el “cómo”.

Trabajar en red puede cambiar notablemente cómo las personas se relacionan, se comunican, participan… No va de cómo enseñar a hablar en la red, va de trasladar los proyectos de trabajo a una plataforma que potencia y agiliza el trabajo de los equipos. Acompañando el “cómo”, los empleados experimentan en propia piel las ventajas en su día a día, entienden el “para qué” y se convierten en los embajadores del proyecto y promotores de nuevos grupos de trabajo en la red.

4. Extender el proyecto de forma orgánica.

Las redes sociales corporativas, son plataformas tecnológicas muy intuitivas, fáciles de usar… y su parecido con un Facebook, LinkedIn o Twitter hacen que el freno de entrada para el nuevo usuario no exista. Esto lleva al error a muchas empresas que asumen que la adopción y el uso por parte de los empleados será natural. En consecuencia apuestan por una estrategia de implantación orgánica, en la que esperan que de forma libre se vayan creando grupos y se extienda la iniciativa. Los empleados entran rápido y abandonan rápido: no entienden para qué les puede ser útil. Resultado: infinidad de grupos creados orgánicamente, sin objetivos claros, que mueren por la falta de participación.

5. Creer que sólo por tener la plataforma, los empleados se volverán automáticamente colaborativos y participativos.

Precisamente son palancas espectacularmente potentes para impulsar la colaboración, para romper los silos en las grandes organizaciones, para acercar equipos, para que fluya la información…, pero la gran realidad es que las organizaciones no están acostumbradas de forma natural a compartir de forma transversal y abierta, y hay que gestionar el cambio.

6. La falta de visión, apoyo y participación de la Dirección.

No es posible conseguir la participación activa de los empleados en la red sin que los altos ejecutivos den ejemplo apoyando el proyecto y participando. No sólo es necesario comunicar y hacer partícipe a los usuarios de los objetivos de la iniciativa y de las ventajas reales que supondrá para ellos la nueva plataforma en su trabajo: para que la gente se sume, es clave que vean que los directivos también participan y creen en el proyecto.

 

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