Hay centenares de libros y artículos que hablan de cómo debe ser un nuevo líder en las empresas, más humano, más dialogante, que concilie con su vida familiar, etc…
Mucha teoría y poca práctica.
Leyendo el libro “Unwritten rules», de Lynn Harris, me he dado cuenta de que hay una serie de normas no escritas y de las que nadie habla. Rigen en todas las grandes empresas del mundo y hacen prácticamente imposible la conciliación entre vida familiar y profesional.
Son precisamente algunas de esas normas, las que impiden que las mujeres sean CEOs en este tipo empresas.
Las preguntas que yo me hago son: ¿Queremos hombres y mujeres que estas normas sigan conduciendo nuestra vida profesional? ¿Queremos que rijan nuestro futuro y el de nuestros hijos? ¿Podemos cambiarlas para ser más felices todos?
Normas no escritas para llegar a ser un Alto Ejecutivo.
- Tendrás que estar «always available«, siempre disponible. Y por supuesto trabajo a tiempo completo, jamás part-time. (Muy difícil para una mujer que quiere tener hijos)
- No basta con 8 horas diarias de trabajo. Tendrás que estar físicamente presente en la oficina, 10 o más horas. Con poca ( o ninguna) flexibilidad de hacer el trabajo desde casa. (Muy difícil para una mujer que quiere tener hijos)
- Además, tienes que tener movilidad geográfica total. Es un suicido si se dice «no» a una promoción que conlleva un traslado de lugar de residencia. (Muy difícil para una mujer que quiere tener pareja e hijos).
- Y por supuesto, tendrás que viajar muchísimo como parte de tu trabajo. (Muy difícil para una mujer que quiere tener familia)
- Tienes que tener un CV en el que hayas trabajado siempre y sin que no haya existido ningún periodo de tu vida en el que no lo hayas hecho. Si lo hay, es sospechoso. (Muy difícil para una mujer que quiere tener familia)
- Casi siempre, debes haber realizado la progresión espectacular en tu carrera a los treinta y tantos. (Muy difícil para una mujer porque ésa es la edad para tener hijos)
- Debes ser duro, fuerte y asertivo. Las mujeres (en general) no somos así, aunque tenemos otras cualidades.
- Es importante que estés motivado por el dinero y la ambición. A las mujeres (en general) nos motivan más otros aspectos.
- Deberás valorar tu carrera y tu familia, pero cuando ambas cosas estén en conflicto, tendrás que priorizar tu carrera. Las mujeres (en general) priorizamos la familia sobre el trabajo.
- Deberás construir relaciones con gente que te ayude a prosperar en tu carrera. Las mujeres tendremos que aprender a tener mejores mentores.
- Tendrás que hablar con seguridad y sin modestia de tus logros. Las mujeres tendremos que aprender a promocionarnos mejor.
- Deberás saber lo que quieres e influir en los demás para conseguirlo. Las mujeres tendremos que aprender a tener más firmeza en nuestros objetivos.
Como vemos, hay algunas de estas normas no escritas que son imposibles de cumplir, por lo menos para las mujeres. Y también, cada vez hay más hombres que no quieren ser regidos por estas reglas. Mi pregunta es:
¿Queremos cambiar las normas actuales?
Para conseguir cambios sustanciales en las normas no escritas que existen en las empresas, hacen faltan 3 cosas:
- Que los que tienen el poder actualmente (consejeros, directivos y accionistas, en su mayoría hombres) se sientan insatisfechos con las normas que gobiernan actualmente el liderazgo y quieran hacer cosas para cambiarlas. ¿Por qué hay hombres que apoyan la diversidad de genero y otros no? ¿Es miedo a la pérdida de estatus? ¿Qué puede motivar a los hombres que tienen actualmente el poder a realizar cambios en estas normas?
- Una visión de normas de liderazgo totalmente diferentes a las que existen actualmente.
- Establecer unos pasos claros hacia dónde deseamos llegar las mujeres.
Modelo escandinavo.
En Noruega, se aprobó una legislación en 2002 en la que el 40% de los miembros de los consejos tenían que ser mujeres. Ahora Noruega tiene el 44,2 de mujeres en Consejos, Suecia el 27% y Finlandia el 26%.
En Noruega, el Primer Ministro que aprobó esta reforma dijo: » ¿De qué sirve que nos gastemos una fortuna en educar a las chicas y ver que además en sus estudios sobrepasan a los chicos, si cuando se trata de nombrar a altos directivos, no las tenemos en cuenta?
En julio de 2009 se hizo un estudio en Noruega sobre los resultados de la aplicación de la ley: absolutamente todos los encuestados afirmaban que la incorporación de la mujer en Consejos de Administración había traído resultados positivos totalmente medibles.
Cuotas sí o cuotas no.
Muchas mujeres directivas no quieren cuotas e incluso lo encuentran ofensivo.
Pero miremos otra vez el ejemplo de Noruega. No eran pocas las mujeres directivas contrarias a las cuotas, pero después del paso del tiempo han reconocido que sólo gracias a la ley se ha producido ese cambio real.
Mientras se sigan aplicando las reglas » no escritas» de liderazgo, las mujeres avanzarán más lentamente si no hay leyes que fomenten su presencia en las organizaciones.
Por supuesto las mujeres preferimos ser promocionadas por nuestro valor profesional y no por cuotas.
Por supuesto las mujeres preferimos ser promocionadas por nuestro valor profesional y no por cuotas. Clic para tuitearPero la realidad es que eso no se produce en el actual contexto y las actuales reglas no escritas, hacen que se vaya mucho más despacio. Es como cuando se permitió que las mujeres votasen: sólo fue posible por el cambio de legislación.
Lo que ya tenemos claro las mujeres…
Es que no existen las “superwomen” , y si queremos llegar a ser buenas profesionales, tener familia y disfrutar de la vida, tendremos que cambiar estas reglas. Algo imposible sin la ayuda de los hombres, a los que sin duda beneficiará también dicho cambio, ya que disfrutarán la vida con una mayor plenitud.
¿Qué opinas tú?