No ceso de leer titulares alarmantes de estudios realizados en empresas de todo el mundo o citas de “gurús”, tipo: El 60% de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación. (Peter Drucker)
Sólo el 51 % de los trabajadores confía en los altos directivos. (Watson Wayatt).
El 55% de los empleados no están comprometidos con la empresa y el 19% están activamente descomprometidos. (Gallup)
Sólo un 36% de los trabajadores cree que sus líderes actúan con honestidad e integridad. (Encuesta de Harris Interactive).
El 76 % de los trabajadores ha observado conductas ilegales o poco éticas en el trabajo. (KPMG Organitational Integrity Survey).
Y lo más gracioso es que, de forma paralela y a una velocidad impresionante, aparece en el escenario la web social, potenciando unos valores 2.0 envidiables y que teníamos un poco olvidados: honestidad, respeto, humildad, generosidad, reciprocidad, colaboración…
Salvando las excepciones del uso incorrecto que algunas personas puedan hacer, puedo constatar como usuaria de twitter y de redes sociales profesionales, que participar te contagia realmente de dichos valores. Por eso, no dejo de pensar en los grandes beneficios que los valores 2.0 podrían aportar a nuestras organizaciones.
En mi opinión, no hay mejor aprendizaje que experimentar una situación para integrarlo en todos los ámbitos de tu vida, tanto personal como profesional.
no hay mejor aprendizaje que experimentar una situación para integrarlo en todos los ámbitos de tu vida, tanto personal como profesional. Clic para tuitear¿Por qué no potenciamos desde la empresa el uso de la web social para conseguir contagiar a nuestra gente de estos valores?.
El whitepaper sobre Community Management que Territorio creativo publicó en colaboración con AERCO (Asociación Española de Responsables de Comunidades Online), recoge con detalle estos valores 2.0.
¿Por qué no trasladamos los valores 2.0 al interior de nuestras organizaciones?
Honestidad: está claro que los medios sociales son transparentes. La mentira, está mal vista y lo peor es que ahora es más fácil que sea descubierta. Seamos honestos comunicando con nuestra gente, pero sobre todo, seamos valientes y acostumbrémonos a escuchar a nuestros empleados, aunque lo que nos digan no nos guste.
Escuchar nos puede aportar mucha información sobre lo que piensan, conocer problemas que ignorábamos, identificar si todos los esfuerzos que estamos realizando en comunicación interna se entienden y son compartidos por nuestra organización.
Respeto: En estos momentos donde las conversaciones no son unidireccionales sino multidireccionales, y lo que dices puede llegar a muchas personas de diferentes culturas y opiniones, es cuando se impone un valor muy importante: el respeto. “Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados , participando con educación y con mente abierta”.
En las empresas cada vez hay más diversidad geográfica y cultural, se trabaja en entornos globalizados que comprenden a empleados, clientes, proveedores, etc. Experimentar en la web social el respeto por esta diversidad, puede ayudarnos mucho a extrapolar este valor en nuestro día a día en la realidad de nuestras organizaciones.
Humildad: “Conocer nuestras limitaciones y estar dispuestos a aprender de los otros”. Los medios sociales nos están facilitando algo esencial: saber escuchar a los demás, identificar nuevos puntos de vista, constatar otras formas de hacer diferentes a las nuestras.
Esto no sólo nos enriquece sino que nos permite aprender de otras personas y aceptar que no siempre estamos en posesión de la verdad absoluta. Aprender de aquellos que saben más es un paso para mejorar personal y profesionalmente.
Generosidad: “Compartir información y activos digitales de valor, con los otros. Ayudar, ser de utilidad al prójimo, invertir nuestro tiempo sin esperar nada a cambio (a lo Dale Carnegie)”. Qué bien nos iría en las empresas vivir este valor que tanto se experimenta en la web social.
Nos atrincheramos a veces en departamentos independientes, ocultando información o simplemente no dando importancia a compartirla. Cuando más nos relacionemos y compartamos información, más fomentaremos una cultura de participación, de equipo, de compromiso, de colaboración y más fluirá el conocimiento en nuestra empresa.
Reciprocidad: “Ser justos y corresponder a un elogio, a un favor. Otorgar visibilidad al trabajo de los otros. Agradecer.” Es fácil en las redes sociales ser agradecido. La gente en general es generosa, abierta, honesta… comparte, aconseja y ayuda sin esperar nada a cambio. Puede que nuestros profesionales estén en Linkedin, Xing, Facebook, Twitter… ¡Facilitemos comunicaciones similares a nivel interno y traslademos este valor a nuestras empresas!
Colaboración: “La cultura «peer-to-peer» (entre pares) y la co-laboración, personas trabajando de forma coordinada, ayudada por tecnologías que facilitan la co-creación de obras cooperativas”. Ahora, las nuevas tecnologías nos brindan herramientas interactivas para trabajar en red, compartiendo documentos y comunicándonos en tiempo real.
Desde Wikis (un mismo documento compartido), Yammer (twitter corporativo de empresa), SharePoint, Socialtext, Sales Force Chatter …(redes sociales internas y espacios de trabajo compartidos) y muchísimas más. Todas ellas facilitan la colaboración, el poder planear, pensar y decidir entre todos de forma sencilla. Además potencian el trabajo en grupo y co-creativo: actividades conjuntas con un mismo objeto.
Apertura: “El software libre nos ha enseñado que los entornos colaborativos abiertos crean mayor valor que los cerrados gracias a la participación de la comunidad”.
Los entornos abiertos en los que el empleado puede hablar, participar, sentirse que es parte de la empresa, que puede aportar sus ideas y opinar, enriquecen, de forma indiscutible, a las empresas. La aportación de todos suma y todos se sienten parte de un mismo “barco”, “proyecto”, “objetivo”. Fomentar una cultura de participación, compromiso y colaboración, está claro que mejorará la relación entre empleados, el espíritu de equipo y el orgullo de pertenencia.
¿Creéis que sabremos aprovechar en las empresas todo lo que nos aportan los valores 2.0 o que soy un poco soñadora y veo escenarios idílicos?